Guadalajara, Jalisco

Con el histórico Rafael Márquez como testigo desde la banca de Altas, el Rebaño sacó la vergüenza deportiva y se llevó el Clásico Tapatío de la Copa MX.

El capitán rojinegro reapareció vestido de futbolista con los suplentes de los Zorros tras casi 2 meses de ausencia; calentó más de media hora, pero no entró al partido que anoche ganaron las Chivas 1-0.

Matías Almeyda y el chiverío tendrán la esperanza de rescatar algo de un semestre para el olvido, tras su doblete del Clausura 2017.

Un remate peinado con la cabeza de Hedgardo Marín, con efecto y dirigido con gran clase, fue suficiente para el 1-0 con el que el Rebaño avanzó a los Cuartos de Final y dejó en la lona al Atlas.

Fue un Clásico de dos caras: un primer tiempo de dominio rojiblanco y los Zorros a la espera, con intención de salir al contragolpe, pero agobiados y sin desahogo.

El 1-0 quedó corto ante las opciones que dejaron ir Carlos Fierro y Rodolfo Pizarro.

Alejandro Mayorga, como lateral izquierdo, tuvo un gran partido a la ofensiva, al meter centros peligrosos, pero les faltó tino a los rematadores.

Para el segundo tiempo la película fue distinta: el Atlas adelantó líneas, atacó por ambos costados, hizo ver mal a la defensiva a Isaac Brizuela y desapareció a Carlos Cisneros. Eduardo López ya no tocó el balón y las Chivas perdieron el medio campo.

Márquez calentaba y daba indicaciones, pero los cambios del “Profe” fueron insuficientes, con Jair Barraza sin puntería, Milton Caraglio incomodo en los remates y Fidel Martínez con pocos minutos.

Así se escribió una nueva noche de jolgorio rojiblanco, por tratarse de un Clásico que le supo a dulce miel a la afición del campeón.

El Atlas terminó sin revancha, con un hombre menos por la expulsión de Facundo Erpen en la recta final y el orgullo mancillado por el odiado rival.

Su último reto es colarse a la Liguilla, mientras que para los del “Pelado” es refrendar el título de Copa.