La mayor parte de esta ciudad fronteriza es de asfalto, las construcciones, bardas y casas habitación son las protagonistas del paisaje, el arbolado representa apenas el 30 por ciento, los parques y jardineras desaparecen poco a poco debido al crecimiento demográfico, la mancha urbana se ve gris.
Y aunque en los últimos años el gobierno municipal no ha otorgado permisos de construcción a desarrolladores, el deterioro ambiental es irreversible. Eliacib Lejia Garza, regidor de la comisión de Desarrollo Urbano considera urgente una reforestación masiva en todos los sectores. “Estamos hablando que el 70 por ciento de la ciudad son construcciones, es una cantidad estimada, pero basta con salir a la calle para ver que tanto porcentaje de lo que nos rodea es benéfico para el medio ambiente, son pocos los espacios que existen”.
Y es que anteriormente, se construyeron viviendas en las periferias de la ciudad, descuidando las ya existentes en el centro, ocasionando además problemas en servicios básicos, movilidad y de atención.
En calles como Pedro J. Méndez, Javier Mina, Ocampo o Zaragoza, son varias las casas a punto de caerse. “Lo que pasó es que no se aprovechó que en esta parte ya había servicios básicos, aquí los desarrolladores buscaron lo barato que fue ofrecerle a la gente casas lejos, se les hizo imposible desarrollar un proyecto que pudiera beneficiar en ambos sentidos”.
Actualmente, el área más boscosa de Reynosa es el Parque Cultural, que adorna la Laguna La Escondida y que es rodeada por varias colonias, después le siguen parques de colonias, zonas deportivas y jardineras distribuidas en el poniente y oriente de la ciudad.
SON ARTIFICIALES
Reynosa es la cuna de varios canales y alrededor, hay un paisaje carente de verde, por ejemplo, en el Anzaldúas existe un parque con árboles y aparatos de recreación, rodeados de una masa plástica que simula ser pasto, en los alrededores también hay árboles secos.
Lejía Garza adelantó que en las próximas semanas se reunirán con autoridades del Instituto Municipal de Planeación para buscar alternativas de crecimiento en beneficio al medio ambiente. “Hay que buscar arboles que aguanten las temperaturas de esta zona fronteriza, los calores, los fríos, las lluvias atípicas, hay que pensar en esto, por eso está el plan de reunirnos con las autoridades competentes”.
Adelantó que para revertir la mancha gris, se puede optar por construcciones para vivienda de manera horizontal, y no hacia los lados, una estrategia utilizada por todas las grandes ciudades.
LOS CONSTRUCTORES
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en lo local, coincide con generar políticas amigables con el medio ambiente. Roberto Salinas Ferrer, presidente de este organismo explicó que las áreas verdes deben ser el primer punto a tomar en cuenta para desarrollar complejos. “No deberían de existir construcciones en áreas verdes, todo plan debe tener una responsabilidad ambiental, hay que entender que la naturaleza es sabia y que si eso no se respeta hay consecuencias desastrosas, por eso hay que tener una supervisión antes de comenzar a construir”.
Los miembros de este gremio tienen un compromiso firme con el medio ambiente para no aceptar contratos que tengan como interés primordial el económico, en los códigos de ética de la CMIC el medio ambiente se menciona como irrevocable.
Por lo que dijo, quien realice malas practicas debe ser penado. “Deberíamos de castigar a todos los desarrolladores que hagan malos trabajos, no se puede convertir una área verde que esta destinada para un bien en común, a el interés de unos cuántos, más allá de lo moral, es una violación a los derechos humanos de todos, a respirar un aire limpio, a tener áreas verdes“.
VERDE EN EXTINCIÓN
30% árboles
70% construcción
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Construcciones verticales