Despiden a Fidel Castro en La Habana

Escenas de histeria, llanto y sollozos se observan a la salida del Mausoleo

LA HABANA, Cuba.

Poco antes de las 9 de la mañana inició en el Memorial José Martí el desfile de dolientes venidos de distintas provincias para despedir a Fidel Castro.

No vieron una urna con cenizas sino una gran foto de Fidel Castro en la Sierra Maestra cuando tenía 32 años y encabezaba la Revolución de los barbudos.

Las cenizas no serán exhibidas en el Memorial. Para canalizar a los miles de cubanos que quieren rendir homenaje se habilitaron tres accesos para tres salas distintas que contienen la misma escenografía.

La foto, dos ofrendas de rosas blancas una del Partido Comunista y otra "del Pueblo de Cuba", y cajas con condecoraciones militares y civiles que recibió Fidel en vida. Lo mismo en cada salón.

Ancianos, niños, jóvenes, señoras, de uno en uno, en absoluto silencio ingresan al Mausoleo y desfilan por segundos ante la fotografía que tiene al pie un arreglo floral y la caja con condecoraciones. Algunos salen sorprendidos de no encontrar la urna.

María Sánchez, de Ciego de Ávila, fue de las primeras en la fila. Llegó a las 3 de la mañana para colocarse a metros de distancia de la zona de homenaje. Seis horas después estaba frente a la foto y estalló en llanto. Fue sacada en vilo.

"No vi nada. Se me nubló y no vi. Yo le escribía cartas a Fidel. El me dio todo", dice agitada tratando de reposar en una banqueta esta mulata con una mascada multicolor colocada en la cabeza.

Ella carga un retrato de Castro y una carta que, asevera, sin mostrarla que el Comandante le contestó.

Tres filas kilométricas se extienden con miles de personas que pretenden entrar al Mausoleo. Los dolientes entran en silencio por una puerta izquierda y salen tras dar unos cuantos pasos apresurados frente a la escenografía.

Escenas de histeria, llanto y sollozos se observan a la salida del Mausoleo.

No habían pasado 15 minutos de la apertura de puertas cuando los médicos ya habían atendido tres desmayos.

Arreglos florales provenientes de distintas personalidades y gobiernos llegan a las puertas del lugar. El gobierno mexicano envió un pequeño arreglo de rosas que fue colocado en uno de los accesos.

Desfilan por igual los funcionarios, los militantes del Partido Comunista, pobladores humildes, algunos cuenta propistas, estudiantes, ciudadanos extranjeros y muchos niños a pesar de no haberse suspendido las clases.