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Ivonne Carrillo, vocal de primer grado, señaló que el señor se acredita responsabilidades que no le corresponden, como no dejar entrar a los niños que llegan al plantel deteniéndolos en el portón hasta que lleguen más infantes para dejarlos entrar.
Mientras los estudiantes esperan que les abra la puerta, según la vocal de grupo, el profesor se burla de los pequeños, quienes con apodos les dice que no lloren que van a entrar pero hasta que lleguen más estudiantes.
Informó que el educador fomenta el bullying en los menores haciendo que los pequeños se hablen con apodos ofensivos según como anden vestidos o su condición física.
Yéssica Herrera, una de las madres inconformes, manifestó que la situación se presenta desde hace más de dos años que el educador llegó a la institución, dañando a los niños psicológica y físicamente a la hora de su asignatura.
El problema que tuvo con el maestro fue que en un principio obligó a su hijo a salir a tomar la clase, a pesar de estar enfermo de asma, al darse cuenta acudió a hablar con él, para explicarle que el pequeño no puede esforzarse y menos bajo el sol, a lo que terminó accediendo a que tomara la clase sólo 10 minutos.
Después de esa situación, un día a la hora de la salida clases observó que su hijo tenía los labios partidos porque el supuesto maestro de educación física les ordenó a los demás pequeños a darle zapes a “Wilbert” nombre del pequeño, por no quedarse quieto a la hora de su clase.
“Mi hijo no se quedó quieto, el profesor ya había dado la indicación de que si se movía que le pegaran, mi hijo se echa a correr y los niños lo siguieron para darle los zapes, cuando yo llego por él, lo encuentro con el labio roto por fuera y por dentro tenía todo morado, el niño llore y llore, todo jaloneado y pellizcado, al día siguiente no quiso ir a la escuela, el profesor no me dio explicaciones de lo que le pasó, a mi hijo me lo entregó la maestra del grupo”, dijo la madre del niño golpeado.
De igual forma, otra madre de cuarto grado señaló que cuando estuvo la temporada de frío, su hijo fue sacado a la intemperie a hacer los ejercicios correspondientes a sus clases, provocando que el menor se enfermara por padecimiento en los bronquios, al saber Óscar Nava de la situación del menor no le importó, sacándolo al frío a realizar las actividades.
Bernardina Hernández tuvo que presentar una constancia de salud emitida por un médico, para que dejaran que su hijo no tomara la clase de Educación Física en el frío, con el fin de evitar que la enfermedad se le complicara.
Asimismo, manifestó que desde entonces no sale a tomar la clase, pero ahora el señor Óscar Nava, le está quitando puntos en su calificación por no estar presente en la materia, para no reprobarlo le dijo que tiene que pagar todas las clases a las que no ha asistido el menor.
Según los padres de familia, el profesor se encuentra cobrando la cantidad de dos pesos por clase a cada menor, mismo que se encuentra brindando la materia a todos los grupos en los dos turnos del plantel.
Otra madre de nombre Rubí Sánchez, argumentó que su hijo fue castigado por el profesor, acostándolo boca arriba en la explanada de la escuela porque se había portado mal, el suceso se registró alrededor de las 14:00 horas a pleno sol del día.
Fue el profesor quien supuestamente lo puso a realizar abdominales y a correr por toda la cancha de basquetbol como pena por no haber hecho el ejercicio que le pidió porque traía lastimado el pie el estudiante, sostuvo la madre del menor.
También refirió que Óscar Nava, obliga a los infantes a tomar las clases después del horario de la escuela llevándolos a un campo que se encuentra en una zona olvidada del fraccionamiento, en donde corren el riesgo las pequeñas de sufrir algun altercado.
Por ello, solicitó a las autoridades del plantel y de la Secretaría de Educación a poner fin al problema que se presenta desde hace más de dos años, pero las madres por temor a represalias no hacían público el daño que está causando en los infantes. (Por Ángel Domínguez)
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