Demandan 3 millones renuncia de Rousseff

Los organizadores cifraron la asistencia a la quinta marcha nacional contra Rousseff desde enero de 2015 en más de 6 millones de personas

Río de Janeiro, Brasil

Brasil vivió ayer las protestas políticas más multitudinarias en la historia democrática del país. 

De acuerdo con datos oficiales de la Policía brasileña, al menos 3 millones de personas salieron a las calles ayer en al menos 245 ciudades de todo el país para protestar contra el Gobierno de Rousseff y exigir su renuncia. 

Los organizadores cifraron la asistencia a la quinta marcha nacional contra Rousseff desde enero de 2015 en más de 6 millones de personas.

El epicentro de las manifestaciones fue la Avenida Paulista de Sao Paulo, que congregó a una marea vestida con los colores de Brasil de 1.4 millones de personas, de acuerdo con la Policía Militar. 

En Río de Janeiro, donde la Policía no publicó cifras de asistencia, los manifestantes ocuparon las dos vías de la Avenida Atlántica, en el paseo marítimo de Copacabana, superando visiblemente el número de protestantes de todos los actos anti Rousseff previos.

“Yo no quiero vivir en otro país, yo quiero vivir en otro Brasil”, cantaba la multitud congregada en la playa.

En Brasilia, unas 100 mil personas se plantaron frente al Congreso, en un acto simbólico de respaldo al proceso de juicio político iniciado en contra de la Mandataria.

La jornada nacional de marchas convocada por grupos sociales asociados a la Oposición, reflejó la caída en picada de la popularidad de la Presidenta, que encuestas recientes ubican alrededor de 10 por ciento.

La prensa brasileña asegura que las de ayer son las manifestaciones más multitudinarias en décadas o incluso de la historia de ese país, y suponen un notable aumento de la presión contra el Gobierno de Rousseff.

Su Administración se encuentra bajo fuego por la crisis política y económica, y por el descrédito por los problemas judiciales del ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien está siendo investigado por sus nexos con la trama corrupta de Petrobras.

“Lula ladrón, tu lugar es la prisión”, fue uno de los coros más escuchados ayer en las calles de Brasil.

Al mismo tiempo, los manifestantes ensalzaron al juez federal Sergio Moro, responsable del caso de desvíos en Petrobras, que se convirtió en el héroe de la jornada.

En un marco de pérdida de apoyos políticos, la crisis del Gobierno de Rousseff podría aumentar las próximas semanas, luego de que el sábado el principal socio del Ejecutivo, el Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), amagó con abandonar la coalición en un plazo de un mes.

Rousseff pasó el día en su residencia oficial junto a sus Ministros más cercanos, mientras el oficialismo prepara la respuesta en las calles el próximo viernes. 

El Partido de los Trabajadores ha convocado a manifestaciones nacionales para rechazar las “maniobras golpistas” contra la Mandataria. 


¿Por qué protestan?

Dilma Rousseff es el objetivo central, pero no único, de las manifestaciones.

Los brasileños piden que el Congreso continúe con el proceso de juicio político contra la Mandataria.

El juicio, iniciado por la sospecha de financiación irregular de su campaña presidencial, podría llevar a su destitución.

Los escándalos de corrupción y la mala marcha económica del país son también motivo de indignación nacional.