De la inocencia a la delincuencia

Se trata de niños que deberían estar en la escuela, enfocados en sus estudios

Laredo, Texas

Aunque en el 2015 la delincuencia juvenil se redujo un 3 por ciento en relación al 2014, el problema es preocupante porque poco más del 20 por ciento de los arrestos realizados correspondió a niños de los 10 a los 13 años.

“Son cifras críticas que dejan en evidencia un descuido muy grande de nuestra sociedad porque se trata de niños que deberían estar en la escuela, enfocados en sus estudios y en juegos propios de su edad y sin embargo, andan por las calles cometiendo delitos”, dijo el juez de Paz Héctor Liendo.

Las estadísticas de la Villa Juvenil de Webb indicaron que en el 2015, las autoridades detuvieron a 7 niños de 10 años, a 34 de 11 años, a 99 de 12 y a 257 de 13 años para totalizar 397 arrestos infantiles en 12 meses.

En total, durante el 2015 fueron aprehendidos mil 764 menores de edad por cometer diversos delitos mientras un año antes fueron mil 831, es decir, se registró una baja del 3 por ciento.

Conforme a las leyes criminales de Texas, los menores de 10 a 17 años que sean detenidos por delinquir, deben ser enviados a la Villa Juvenil para someterse a un programa de rehabilitación completa e integral, donde inclusive reciben clases escolares regulares.

Algo más preocupante aún, es que en la mayoría de los arrestos, los delincuentes juveniles tienen problemas con adicciones, ya sea de drogas o de alcohol. En el 2015 un total de 268 fueron detenidos directamente por posesión de enervantes.

En la Villa Juvenil se cuenta con una diversidad de programas diseñados para atacar la problemática de la delincuencia juvenil tanto en mujeres como en hombres, siempre supervisados por oficiales entrenados.

De acuerdo con Gerardo Liendo, asistente de la directora de la Villa Juvenil de Webb, en este lugar se les da un tratamiento integral a los menores infractores que reciben consejería directa, pruebas antidoping, servicios de salud mental y en caso necesario, se les refiere a instituciones para tratar de rehabilitarlos por sus adicciones.

DOS AÑOS DE REDUCCIÓN

Cabe mencionar que durante los últimos dos años se ha registrado una baja en la detención de menores infractores en Laredo y Webb, de un 15 por ciento en el 2014 y del 3 por ciento en el 2015, luego de registrar un aumento del 7 por ciento en el 2013.

“El problema es de todos y tenemos que hacer nuestra parte, las autoridades debemos reconocer que hay un problema, implementar las acciones necesarias y los padres de familia deben interesarse en sus hijos y cuidarlos”, afirmó el juez Liendo.

Consideró lamentable que los padres de familia eludan sus responsabilidades y digan que “ya no pueden con sus hijos”, porque eso es inaceptable.

“Un niño no puede más que un padre, si es necesario aplicar mano dura hay que hacerlo para no perder a los hijos en las drogas o en las pandillas, hay que regresar a la disciplina de antes cuando los hijos le teníamos un profundo respeto a los padres”, mencionó.

LAS ESTADÍSTICAS NO MIENTEN

Sin embargo, las estadísticas demuestran que los menores de edad se involucran cada vez más en delitos graves que los conducen hacia un camino delincuencial como adultos.

Como muestra, de los mil 764 arrestos juveniles en el 2015, 9 fueron por asaltos sexuales, 17 por atracos armados, 109 por lesiones de consideración, 30 por meterse a edificios a robar y 8 por posesión de armas.

Por delitos menores fueron detenidos 290 por peleas y lesiones, 72 por robos, 242 por posesión menor de drogas y 14 por traer armas blancas.

El reporte de la Villa Juvenil demostró también que la delincuencia juvenil ya no es prioritaria de los varones pues en el 2015 fueron detenidos mil 155 hombres y 609 jovencitas.