Debe sector empresarial apoyar desarrollo de jóvenes científicos

En México tenemos empresas grandes que no desarrollan investigación propia, sólo compran su tecnología en otros países y aquí la comercializan, o también hay industrias extranjeras que únicamente usan la mano de obra para manufacturar

México

La necesidad de invertir en jóvenes es una preocupación compartida por diversos países, pero incorporarlos rápidamente al mercado laboral es un tema que debe considerarse en México y en los países en desarrollo, afirmó el coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), José Franco.

El científico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) acudió como representante de la Oficina de México a la Reunión Anual de Directores de la Red Europea de Asesoría a los Parlamentos en temas de Ciencia y Tecnología (EPTA, por sus siglas en inglés), que recientemente se realizó en la sede del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, Francia.

Este año, el encuentro de EPTA fue organizado por la Oficina del Parlamento Europeo, Scientific and Technology Options Assessment Panel, y contó con la presencia de representantes de 22 países. El tema del encuentro fue “Invirtiendo en los jóvenes investigadores para dar forma al futuro de Europa”.

En un comunicado, el FCCyT informó hoy que la representación mexicana acudió a reuniones de trabajo con jóvenes investigadores de Europa y con ganadores del Premio Nobel con la intención de escuchar las experiencias y reflexionar sobre cómo se puede aprovechar el talento de los jóvenes en beneficio del crecimiento económico.

José Franco afirmó que aunque la realidad europea es muy diferente a la mexicana, “es claro que el modelo científico y tecnológico de nuestro país tiene que modificarse para que no sean sólo las universidades el lugar donde los jóvenes puedan encontrar trabajo y oportunidades laborales”.

Detalló que en Europa el sector privado es el que da cabida a los jóvenes investigadores que egresan de las universidades, y que otra opción para los científicos recién egresados es la creación de empresas de base tecnológica.

En cambio, enfatizó, en México tenemos empresas grandes que no desarrollan investigación propia, sólo compran su tecnología en otros países y aquí la comercializan, o también hay industrias extranjeras que únicamente usan la mano de obra para manufacturar.

El expresidente de la Academia Mexicana de Ciencias comentó que algunos sectores industriales como el automotriz o aeroespacial dan lugar a desarrollos tecnológicos en el país, pero precisó que sólo están dirigidos a nichos muy específicos.

En ese sentido, destacó que la necesidad de invertir en jóvenes es una preocupación compartida por todos los asistentes a la reunión de la EPTA, pero la posibilidad de incorporarlos rápidamente al mercado laboral es lo que hace diferente a México de los otros miembros de esa organización.

“En la mayoría de los países de EPTA se está discutiendo qué tipo de tecnologías se requerirán para las nuevas tendencias científicas, mientras que nosotros estamos anquilosados defendiendo incrementos al presupuesto para ciencia, que no han alcanzado las metas prometidas hace años”, detalló el coordinador del Foro Consultivo.

Desde el año 2016, con el apoyo de las Comisiones Unidas de Ciencia y Tecnología del Congreso de la Unión, el FCCyT forma parte de la EPTA representando a México. Otros países con este tipo de membresía son EU, Japón, Chile e Israel, entre otros.