Datos que cuidan

Enseñar a los niños información que sea útil para su autocuidado les da seguridad ante lo incierto

Los niños en edad preescolar son capaces de aprenderse un montón de cosas, ¿pero haz notado qué tanta información de autocuidado domina tu hijo? 

Especialistas advierten que los sismos ocurridos en septiembre pasado evidenciaron que los niños de preescolar no conocían el número telefónico de su casa, otros ignoraban dónde trabajan sus papás y algunos más no pudieron compartir datos sobre algún familiar que pudiera hacerse responsable de ellos.

Ante una situación de peligro, explica la psicóloga María Vianey Cisneros Pérez, los pequeños necesitan contar con herramientas que los hagan sentir menos vulnerables y un instrumento es la información de autocuidado.

“Cuando ellos saben la respuesta de algo, tienen seguridad y adquieren confianza para que no se sientan impotentes en una situación de peligro que nunca podemos prever.

“Podemos empezar desde lo más básico enseñándoles a repetir su nombre completo de forma clara, también es importante que se sepan el nombre completo de sus padres, de las figuras cercanas como algún familiar, hay que enseñarles a memorizar su número de teléfono y su dirección completa”, señala.

La información de autocuidado, subraya la especialista, es fundamental no sólo en medio de un sismo sino incluso, cuando los niños se extravían en un centro comercial o en cualquier otro espacio público. 

“Hay una serie de testimonios de que cuando un niño se extravía en un centro comercial se sigue caminando sin rumbo y no busca una figura de apoyo. Es muy importante darles recursos para que ellos sepan que si empiezan a caminar, se van a perder más. En la información de autocuidado que se les proporcione se les tiene que enseñar que siempre hay personas a las que pueden pedir ayuda”, apunta.

En la medida en la que se les enseña a dominar datos personales, expone, los padres deben concientizarlos de que existen datos púbicos y privados. 

“Tienen que saber que su teléfono es del ámbito privado. Ese número solamente lo van a poder saber su maestra, su directora, la mamá del amigo que suele frecuentar. Son formas de irles enseñando la secrecía de la información”.

Carolina López Avelar, psicóloga y especialista en educación familiar, comparte que durante los sismos de septiembre, los menores que tenían mayor dominio de información personal estuvieron más tranquilos que aquellos que tenían un manejo deficiente de datos.

“Estos niños con manejo deficiente de datos se sienten a la deriva. No saben si papá o mamá va a llegar por ellos y son niños que reaccionan llorando, gritando, que de repente se nos quedaban parados como en el limbo”, afirma López.

La etapa más recomendable para fomentar el autocuidado, sugiere, es desde que los pequeños comienzan a hablar. 

“Esa información de autocuidado hace al niño más autónomo y le permite tomar decisiones incluso en una situación de riesgo. Mi mensaje a los papás es que fomenten esta información porque después de lo que vivimos en septiembre sabemos que ellos están expuestos en todo momento. 

“Cuando ellos volvieron a la escuela, su mayor preocupación era: ‘¿Y si vuelve a pasar?’. Hay que enseñarles desde casa que sí hay cosas que pueden hacer”, añade la terapeuta.

Los padres de familia, enfatizan las especialistas, tienen que dialogar con sus hijos sobre las situaciones de peligro que pueden enfrentar ya sea en casa, en la escuela o en lugares públicos y concientizarlos sobre la menor manera de reaccionar. 

DIÁLOGO

RECOMENDACIONES BÁSICAS:

Si  1.- Ayúdale a memorizar el número de teléfono de su casa 

y algún celular clave.

2.- Enséñale su dirección completa.

3.- Identifica si es capaz de referir cómo llegar a su casa. Enséñale quién podría llevarlo 

a su hogar. 

4.- En el trayecto a su casa o a la escuela, indícale lugares de referencia que pueden ayudarlo a reconocer si están en la ruta correcta.

5.- Enséñale dónde trabajas, a qué te dedicas y ayúdale a memorizar el teléfono de la oficina.

6.- Pregúntale quién le gustaría que pasara por él a la escuela en caso de que tú no puedas hacerlo. 

7.- Dialoga sobre eventuales situaciones de riesgo y pregúntale cómo reaccionaría, por ejemplo si se pierde en un centro comercial, luego aconséjale cuál es la mejor manera de responder.

8.- Enseña a tu hijo a expresar sus emociones ante situaciones de peligro.

9.- La mejor manera de enseñarles información de autocuidado es a través del juego.

Fuentes: Carolina López Avelar y María Vianey Cisneros Pérez.