Con la mira en el servicio

Un capitán de meseros con al menos 35 años de experiencia, su labor está íntimamente ligada a la experiencia gastronómica

MONTERREY, NL

No es un cocinero, pero su labor está íntimamente ligada a la experiencia gastronómica.

Ricardo Castillo Soria asegura que no sabe hacer otra cosa y tampoco se visualiza siendo algo distinto.

Es capitán de meseros. Y tiene al menos 35 años de experiencia.

“Mi primer trabajo fue como ayudante de mesero”, recuerda. 

“Y me fui capacitando, preparando para ser Capitán”.

Él es el encargado de coordinar un servicio de excelencia para los clientes para que disfruten al máximo su visita al restaurante.

“Tengo 23 meseros a mi cargo”, dice. 

“Los instruyo para que estén siempre al pendiente de los clientes, de lo que necesitan, adelantándose a sus deseos”.

Les inculca trabajar #ALaMexicana.

“Y eso es hacer las cosas bien, con amor”, dice.

Ricardo nació en un pequeño pueblo del estado de Durango. Forma parte de una familia en la que todos se han desempeñado como meseros o en oficios relacionados con la cocina y el servicio.

Reconoce que su formación, laboral y humana, le ha regalado muchas enseñanzas que considera muy valiosas.

“La humildad y el respeto para todas las personas, del nivel que sean”, señala. 

“Nunca dejamos de aprender, entre más vivimos más queremos saber”.

Su jornada diaria es de 10 a 12 horas, pero él no siente que sea pesada.

“Estoy muy orgulloso de mi trabajo, lo digo con los brazos en alto”, dice, con una sonrisa. 

“Me siento orgulloso y satisfecho de hacer lo que sé hacer, porque no sé hacer otra cosa”.

En su trayectoria ha trabajado en restaurantes con muy diversos tipos de cocina: china, japonesa, italiana, francesa, mexicana y, ahora, norteña.

Y ha aprendido algunos “secretos” de cocinero.

“El mejor cabrito”, explica, “es el que no pasa de 30 días (de edad) para que esté alimentado únicamente con leche”.

En cuanto a la carne, su consejo es que sea fresca y se cocine sin condimentos.

Su preparación para llegar a ser Capitán, incluyó capacitación para la cocina.

Presume tener una buena sazón al cocinar, pero responsabiliza de ello a todo lo que aprendió de su mamá.

“Los chiles rellenos, el asado, el cortadillo de diezmillo y la milanesa empanizada, eso es lo que más me gusta y sé cocinar”, afirma. “Pero lo que mejor me sale son las papas a la mexicana, o sea guisadas con chile, tomate y cebolla”.