Washington, D.C.
Con la participación de más de 50 países, mañana comenzará la IV Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington D.C., cuya agenda parece augurar temas centrados en el terrorismo nuclear y la vulnerabilidad en cuanto al robo de materiales para la fabricación de armas.
Creada en el 2009 a iniciativa del presidente estadounidense Barack Obama, esta cuarta y última reunión que se desprende de aquella agenda tiene como objetivos arrestar la proliferación de armas nucleares, evaluar amenazas, reforzar la seguridad de la comunidad internacional y repensar los alcances viables de la energía nuclear.
Laura Holgate, la Directora Senior de Armas de Destrucción Masiva, Terrorismo y Disminución de Amenazas, explicó el martes ante la prensa reunida en la Casa Blanca que entre las preocupaciones centrales a abordar figura el terrorismo.
“Un ataque terrorista con un arma nuclear improvisada crearía un caos político, económico, social, psicológico y ambiental alrededor del mundo, sin importar dónde ocurra el ataque. La amenaza es global, el impacto de un ataque terrorista nuclear sería global, y las soluciones deben también ser globales”, subrayó.
El Presidente mexicano Enrique Peña Nieto y Michelle Bachelet, mandataria de Chile, acudirán como representantes de Latinoamérica, entre los que también se espera la presencia de Argentina y Brasil.
De manera colectiva, en las tres cumbres anteriores los participantes han alcanzado 260 compromisos de cooperación en sus naciones.
Se calcula que unas 2 mil toneladas de materiales nucleares altamente enriquecidos en uranio y plutonio están presentes en programas militares y civiles alrededor del mundo, que son objetivo de grupos terroristas en su intento por convertirlos en dispositivos nucleares.
Obama tiene agendadas reuniones especiales con los representantes de Corea del Sur y Japón para analizar la seguridad trilateral frente a la amenaza de Corea del Norte.