Capo ejecutado pudo esconderse en Texas

Identifican a Guerrero Chapa como representante de cártel mexicano en EU

Texas, E.U.

Un hombre que fue asesinado en 2013 en un lujoso centro comercial de los suburbios en Dallas fue identificado en documentos judiciales como el representante de un conocido cártel mexicano, una afirmación que iría en contra de la creencia de que los capos de la droga rara vez tratan de ocultarse en Estados Unidos.

Juan Jesús Guerrero Chapa se mudó a una casa de un millón de dólares en Southlake en 2011, dos años antes de ser fatalmente baleado por tres hombres que según los fiscales lo acecharon durante meses.


 Un documento presentado a una corte para el juicio de los tres sospechosos de asesinato sostiene que Guerrero se volvió el líder provisional del cártel del narcotráfico.

Como jefe del grupo delictivo “Chapa encabezó una gran empresa criminal cuyas actividades incluyeron asesinatos, tráfico de drogas, secuestro, extorsión, soborno, blanqueo de dinero y tortura”, dice el documento judicial.

Parece que Guerrero en parte buscaba el anonimato junto con su familia cuando se mudó a la región metropolitana de Dallas. Documentos de la corte señalan que él tenía temor de haber sido “encontrado por personas que querían matarlo”.

RUTA ESTRATÉGICA

Las autoridades estadounidenses dicen que es raro encontrar líderes de alto perfil como Guerrero en Texas, y en particular en el norte del estado, una región que los cárteles han utilizado los últimos años como punto de partida para extender su red de distribución de drogas. 

La región de Dallas, alimentada por varias autopistas y aeropuertos pequeños, permite rutas directas hacia el centro del país y más allá.

Ledezma Cepeda y los otros dos acusados afrontarán juicio antes de que termine el mes, según lo previsto, bajo los cargos de asociación delictuosa para perpetrar un homicidio por encargo y acechar a alguien a nivel interestatal.

Wes Ball, uno de los abogados de Ledezma, dijo que Guerrero Chapa encabezó el cártel en calidad transitoria o provisional.

A menudo los cárteles tienen a miembros de nivel inferior viviendo en Estados Unidos para ampliar los esfuerzos de tráfico de drogas, dijo en un comunicado Russ Baer, portavoz de la DEA, la agencia antidrogas. Estos agentes se quedan por lo general por períodos limitados en los estados y luego regresan a México para evitar el escrutinio de las leyes estadounidenses.

Sin embargo, los líderes de nivel superior por lo general no viven en Estados Unidos debido a la probabilidad de ser capturados, indicó Baer.

Ball agregó que el juicio contra los tres hombres acusados de la muerte de Guerrero Chapa podría permitir un vistazo extraordinario a las operaciones del cártel.

“La mayoría de los jefes de los cárteles jamás son enjuiciados, casi siempre se declaran culpables”, declaró Ball. “Así que los juicios públicos en los que se exponen los detalles esenciales son en verdad muy raros”, agregó.

La muerte de Guerrero cerca de Dallas en 2013 tuvo lugar el mismo mes en el que fue declarado culpable en Austin el hermano de los dos principales jefes de un cártel rival.

José Treviño Morales y otros destinaron ganancias de las ventas de drogas en Estados Unidos para comprar caballos cuarto de milla estadounidenses y lavar dinero.

Según expedientes judiciales, la organización efectuaba sus actividades desde la zona suburbana de Dallas, y Treviño Morales había invertido 16 millones de dólares de dinero proveniente del narcotráfico en la compra y entrenamiento de caballos para que participaran en carreras en el suroeste de Estados Unidos.