Cae de transporte escolar y muere

La chofer se dio cuenta tres cuadras adelante porque los niños gritaron. Mareli no se recuperó y ayer falleció por el golpe sufrido en la cabeza

Jesús Antonio Ruiz Vicente se encuentra velando en casa a su hija de 8 años, Mareli Michel Ruiz de los Santos. El jueves 28 de abril le avisaron desde su hogar que su hija estaba inconsciente y enferma sin explicación desde que el transporte escolar la había entregado, luego de salir de clases de la primaria Rodolfo Torre Cantú. 

Él llegó desesperado a casa, junto a su esposa decidieron llevarla al Seguro Social donde les recomendaron realizar estudios, tenía un coágulo en la cabeza debido a una caída o un golpe.

Los padres no supieron que había pasado con su hija, hasta después. Una prima les comentó que una vecina sabía porque la niña había enfermado. 

“Se le cayó a la del transporte escolar, salió volando del vehículo mientras avanzaba, la mujer del transporte se dio cuenta 3 cuadras después por los gritos de los niños, pero una vecina ayudó a levantar a Mareli”, les platicó una prima, explica Jesús Antonio desesperado, con los ojos enrojecidos y la mirada al vacío. 

La niña perdía el conocimiento una y otra vez, fue trasladada de urgencias a cirugía, al salir de operación los padres pusieron una denuncia en el Ministerio Público contra Yaris Sánchez, la chofer del transporte escolar.

“Los doctores nos dijeron el lunes que no podían hacer nada, y el lunes a las 7 de la tarde falleció”, revela cabizbajo y con brazos cruzados.

El señor Ruiz solamente pide justicia contra Yaris Sánchez, y ayuda para enterrar a su hija, la cual es velada en casa, en la calle Colinas del Mar, número 121 de la colonia Loma Real.

La madre de Mareli se encuentra destrozada, sin querer salir de la recámara de su hija, pero afuera de la pequeña habitación, a menos de 5 metros está el féretro blanco de su hija, con seis arreglos florales alrededor y globos blancos atados en el centro. Afuera de la casa número 121 un ambiente apesumbrado con nubes grises adorna el cielo, dos botes de colecta dan la bienvenida a visitantes, decenas de vecinos se encuentran sentados haciendo guardia en el velorio casero, lucen callados, desanimados, otros tantos lloran, pero todos se encuentran indignados con la situación, porque la denuncia no ha rendido frutos. 

Un testimonio anónimo señala que el transporte escolar tiene las puertas inservibles y los niños corren riesgo desde hace tiempo. 

Otro más dice que la chofer del transporte escolar, Yaris, no está yendo a laborar, y sólo el esposo de ella realiza traslados escolares, los recientes días.