Barcelonoa, España

Diego Costa requirió cinco minutos para brillar en su regreso al Atlético de Madrid, en el 4-0 sobre el Lleida, en la ida de los Octavos de Final de la Copa del Rey.

Cuatro meses estuvo parado por el veto de la FIFA hacia los Colchoneros para que contrataran jugadores en el segundo semestre de 2017, así que culminada la sanción, el delantero disputó un partido oficial por primera vez desde junio y dio de qué hablar, incluso cuando encendió las alarmas ante una posible lesión.

El Atlético ya ganaba el duelo por dos goles, el primero con la fórmula infalible del tiro libre y el cabezazo de Diego Godín, quien siempre gana en el juego aéreo. El segundo tanto cortesía de Fernando Torres fue más elaborado, pero con ese juego directo que tanto caracteriza a los del “Cholo” Simeone.

Entonces llegó el momento para Costa, quien ingresó al 64’ y apenas cinco minutos después comenzó una jugada en la media cancha que segundos después él mismo culminaría con esa intuición que le caracteriza: se frenó al entrar al área mientras su marcador seguía corriendo en dirección a la portería y remató cruzado.

La mala noticia fue el golpe que recibió en la parte interior de la pierna derecha y por lo cual hoy será evaluado.

“No puedo pedir más en este ‘redebut’ con el Atlético. Vuelvo a jugar y encima tengo la suerte de poder marcar un gol. Esto me pone todavía más contento”, dijo Costa.

El cuarto tanto fue obra de Antoine Griezmann tras un tiro libre en el que la zaga desvío el balón.