Criminales, agencias de inteligencia, empresarios maliciosos, ninguno de ellos ha supuesto una amenaza tan preocupante para James Bond estos días en el DF como el calor.
“¡Amo México! Me gusta la gente, la comida y la ciudad, ¡pero el calor está muy cab...!”, dijo en inglés Daniel Craig durante un receso en el rodaje de Spectre, ayer en la calle 20 de Noviembre.
Alrededor del mediodía, y tras varias tomas, el actor no soportó más los 24 grados de temperatura y se quitó el saco azul, para taparse con una sombrilla, hablar por teléfono y beber agua.
Eso no fue impedimento para mostrarse amable y sonriente con la gente que lo rodeaba, pues se dio tiempo de saludar a varios fans en el set durante un descanso.
“¡Hola, hola! ¿Cómo están?”, dijo en español mientras iba al baño en un cámper, en la calle República de El Salvador.
La veintena de curiosos que lo vieron y le gritaron desde la acera, a menos de dos metros, lo captaron con sus celulares y una señora hasta pudo darle la mano.
Ya más relajado, Craig se dio un respiro y, escoltado por seis guardias y dos asistentes, entró a la tienda de sombreros El Caballo Mexicano.
Ahí compró dos sombreros de palma natural marca Royal Rex, de color hueso y toquillas cafés, por los que pagó mil 380 pesos (cada uno a 690).
“Una asistente de él vino en la mañana en dos ocasiones, vio los sombreros y preguntó precios. Me dijo que regresaría después del mediodía y preguntó si podríamos cerrar la tienda. “Resultó que era Daniel Craig. Llegaron como a la una para escoger sus sombreros. Él trato de hablar en español, como 'hola', 'cómo te va', 'dos', cosas así. Fue muy amable y sonriente. Le pedí un autógrafo y él me lo quiso dar en un sombrero”, explicó Rodrigo Solís, quien lo atendió.
A su regreso al set para reanudar el rodaje, saludó de mano a transeúntes en República de Uruguay y regaló varios “¡hola!” a quienes le hablaban desde los edificios.
El actor había arribado a la locación a las 7:30 horas, en una camioneta y vestido de sport, con chamarra, gafas oscuras, boina y un vaso de café.
Desde las 10:30 filmó repetidamente una persecución en 20 de Noviembre con dirección al Zócalo.
La escena, que se extendió por tres avenidas (Uruguay, Venustiano Carranza y 16 de Septiembre), fue la continuación del desfile del Día de Muertos que la producción montó en Tacuba días atrás.